Sunday, May 29, 2011

INTERNET o NO INTERNET … el nuevo dilema


Una colega que trabaja en una institución pública chilena me comentaba, no sin cierta frustración, que en su trabajo, estaban bloqueados los accesos a los correos abiertos (gmail, yahoo, hotmail, etc), así como el ingreso a youtube, a las redes sociales (facebook, twitter, linkedin, etc.).

Y claro, puede ser cierto que con esas plataformas disponibles la tentación a “hacer paréntesis” para revisar temas individuales, conlleva la disminución de tiempo destinado al trabajo.

Mi pregunta es, entonces, ¿es malo esto?. La respuesta automática seguramente es que, por cierto que es negativo. La persona tiene un contrato por una determinada cantidad de horas laborales diarias y, toda distracción, trae consigo una merma en la productividad individual. Por lo tanto, ¡vamos a limitar y restringir canales comunicacionales!.

Sin embargo, creo que es un grave error, contrario por lo demás al vértigo comunicacional en que estamos viviendo, ya sin vuelta atrás, en nuestra sociedad del siglo XXI. Vamos algunas dimensiones:

1.  Las personas rinden más mientras más a gusto se encuentran en su ámbito laboral. Toda restricción que coarte el agrado de la persona en su lugar de trabajo, atenta, por si mismo, en los niveles de rendimiento. No olvidemos que estos no tienen que ver solo con “hacer el trabajo”, sino que, en muchos casos, con la capacidad de “pensar” y “proyectar” lo que se está realizando en una lógica sistémica de causa-efecto, y eso implica un involucramiento emocional con el rol.

2.   En vez de instalar estados policíaco-digitales en las oficinas, las distintas jefaturas solo deben hacer bien su trabajo, esto es, definir con claridad los resultados esperables de sus colaboradores, los tiempos en que estos deben estar concluidos y los estándares de satisfacción de tales productos. Si han hecho bien su parte, no debe importarles que las personas que trabajan con él, flexibilicen el uso de su tiempo, en función de sus propias y muy discrecionales decisiones. Así, debe dejar de ser problema de tales jefaturas.

3.   Un dato que se suele olvidar, pese a que está sumamente estudiado, es que la capacidad de concentración de una persona, en un tema, cualquiera que sea, es acotada a muy poco tiempo, medible en minutos, no en horas. Ante ello, que la persona realice paréntesis de esta naturaleza, en vez de coartarse, o directamente eliminarse, es la mejor forma para propiciar reducción en los niveles de desempeño e incremento de los niveles de estrés. De algo indeseable, pasa a ser algo deseable.

El uso de la tecnología es un camino sin retorno, así como también lo es el rol de las jefaturas que deben pasar a comportamientos propios del “ser líder”, en vez custodios gendarmes de cada paso que realicen sus trabajadores.

Actuar en sentido opuesto, es contracultural a la dinámica de las sociedades organizacionales, que cada vez más se deben enfocar en los resultados, dejando margen de autonomía para que cada persona articule sus propios procesos de ejecución. Caso contrario, resultaría totalmente inviable la opción de los trabajos desde el propio hogar, u otras alternativas que apuntan al mismo fin y que, por sobre todo, implican honrar las palabras confianza y compromiso.

De eso se trata el presente y futuro del mundo laboral. Esa es la lógica de las empresas que permiten que sus colaboradores, organicen sus propios horarios de trabajo y descanso, con mucha recreación entremedio. No es “relajo”. Es, por el contrario, una mirada pragmática acerca de cómo hacer que cada persona que integra la nómina de sueldos, despliegue lo mejor de si misma. Esto se logra únicamente con el involucramiento emocional con la empresa y con los desafíos profesionales a que está convocado. Toda barrera a ella, como las censuras digitales que motivan esta columna, son exactamente el camino inverso al que hay que transitar.

Y claro, en el sector público chileno, hay muchas restricciones formales que, mientras existan, hay que respetarlas. El punto es, ¿porqué hay que sumar otras que, en vez de ayudar, llevan a ampliar sin sentido las situaciones entrópicas?.

La capacidad de pensar, de reflexionar, de contextualizar y de involucrarse en todo quehacer laboral, es la única forma de asegurar el máximo rendimiento de una persona, de transformarlo en un aliado organizacional y no solo una persona que llega a la oficina mirando el reloj para calcular cuanto falta para retirarse.

En resumen:

• No restrinja, inspire.

• No limite, proponga desafíos interesantes

• No coarte, deje espacio para respirar intelectualmente

• No luche contra la “ley de la gravedad en las comunicaciones”, úsela a su favor.

• Si usted no puede estar enfocado 100% en su trabajo, todo el día, no espere que los demás lo hagan.

• Por último, sáquele partido al uso de internet y sus redes, intégrelas al diseño del trabajo. Hay casos en que esto no es posible, en todos los demás, se sorprenderá como pueden serle de utilidad.

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