Saturday, September 17, 2005

¿Es realmente el Blog un diario de vida?


Recuerdo que las primeras veces que leí sobre los Blogs, los asimilaban a diarios de vida que se abrían a todos quienes quisieran leerlo, sea por que les dieron o les llegó la dirección web, o porque llegaron a él por casualidad. En esa perspectiva, para mi casi era una contradicción. Y posiblemente el "casi" estaba demás. ¿Estaba?

Un diario de vida era, por definición de funcionalidad, un texto personal, privado, más secreto que conocida su existencia. Y la mejor demostración de ello era que se cerraba con un candado tan pequeño, con tantas evidencias de una fragilidad brutal, que en esa misma labilidad, residía su principal fortaleza y lo hacía inviolable. Yo nunca tuve un diario de vida. Pero mis hijos mayores si lo tuvieron (quizás aún lo tienen) y nunca pensé en ir a leer sus contenidos, ni siquiera a mirar si estaban o no con candado. Daba lo mismo, aunque no hubiese estado ese micro pedazo de lata, había un candado vitual, casi como un campo de fuerza, del tipo que conocí viendo la serie "Viaje a las Estrellas". Por lo tanto, en ese documento uno escribía respecto de uno, para uno, y el lector era una única persona: uno mismo.

Entonces, me cuesta entender que un blog, es la versión del siglo XXI de los diarios de vida de antaño. Tal vez, bajo ese concepto o símil, son un buen ejemplo de que estamos en una sociedad en que el verbo "voyerear" lo podemos conjugar todos, sin excepción, tan sabiamente que lo podemos explicar aún sin saber que se llama así.

Pero me queda claro que si no asumo esta lógica de escribir respecto de lo que pasa por mi cabeza, lo que me motiva, en suma, respecto de mi ser y mi hacer, simplemente este blog será algo así como un emprendimiento fracasado.

Pienso que por eso, este texto, es apenas mi cuarto escrito. tal vez por eso que, cuando mi hijo (el que terminó por motivarme a entrar por este sendero) me dice que si quiero tener visitas o comentarios debo publicitarlo, yo me escucho respondiéndole que no aún, que he escrito que muy poco, que me da vergüenza, que para qué. Que no escribo para que lo visiten ni para que me hagan comentarios.

Tengo entonces dos opciones: O renuncio a partir de este comentario a perseverar en el blog, o simplemente asumo que debo escribir de mi, aunque conlleve dejar la impresión de que me importa que se enteren todos de lo que hago, lo que pienso y lo que me hace sentir bien, profesionalmente (dado que ese es el foco temático que elegí).

La respuesta me sale fácil porque me cuesta mucho renunciar a algo. De modo que aprovecharé este espacio para hablar de lo que hago, de lo que me motiva intelectualmente y, tal vez, solo tal vez, lo ocuparé para el uso que lo pensé cuando le comenté a mi hijo que estaba evaluando tener mi propio blog, es decir, para abrir conversaciones con mis alumnos. (Creo que este párrafo ya lo escribí cuando debí hacer mi presentación, al crear el blog, pero es bueno que me lo vuelva a decir, a ver si ahora si me lo tomo en serio).

Pero, como sigo sin convencerme de que un blog es la versión digital de los diarios de vida, el que busque aspectos más personales de mi vida, deberá ir a abrir mi diario de vida verdadero, ese antiguo escrito hasta con lápiz grafito faber número 2 con goma mordida arriba, y siempre en papel, ese que, como dije, no existe, pero que uno guarda en sus memorias, con el único candado seguro, el del autocontrol .... ese que solo se abre, a veces, cuando se pierde el control o cuando uno habla dormido.

1 comment:

Ya no me enganas, descubri tu blog said...

te sigo leyendo, y aunque no me gusta el fútbol, me enganchó tu post anterior, del partido con Brasil.

el publicitar un blog me parece inapropiado. uno simplemente comenta otros blogs, y así se tejen las redes, discretamente, sin publicidad propiamente tal, y son las mejores redes que se pueden formar.

me gusta mucho la temática de tu blog. te sigo leyendo.

saludos